Tarjeta roja boxeo en directo
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Las tarjetas de penalti se utilizan en muchos deportes como medio para advertir, reprender o sancionar a un jugador, entrenador u oficial de equipo. Las tarjetas de penalti son utilizadas normalmente por los árbitros para indicar que un jugador ha cometido una infracción. El árbitro sostendrá la tarjeta por encima de su cabeza mientras mira o señala al jugador que ha cometido la infracción. Esta acción aclara la decisión a todos los jugadores, así como a los espectadores y a los demás árbitros, de una manera que es neutral desde el punto de vista lingüístico. El color o la forma de la tarjeta utilizada por el árbitro indica el tipo o la gravedad de la infracción y el nivel de castigo que se aplicará. Las tarjetas amarillas y rojas son las más comunes y suelen indicar, respectivamente, amonestaciones y expulsiones.
La idea de utilizar tarjetas de colores neutros para comunicar las intenciones del árbitro se originó en el fútbol de asociación, con el árbitro inglés Ken Aston[1], que había sido nombrado miembro de la Comisión de Árbitros de la FIFA y era responsable de todos los árbitros de la Copa Mundial de la FIFA 1966. En los cuartos de final, Inglaterra se enfrentó a Argentina en el estadio de Wembley. Tras el partido, los periódicos informaron de que el árbitro Rudolf Kreitlein había amonestado a los ingleses Bobby y Jack Charlton, además de expulsar al argentino Antonio Rattín. El árbitro no había dejado clara su decisión durante el partido, por lo que el seleccionador de Inglaterra, Alf Ramsey, se dirigió a un representante de la FIFA para pedir una aclaración después del partido. Este incidente hizo que el Aston empezara a pensar en formas de hacer más claras las decisiones del árbitro tanto para los jugadores como para los espectadores. Aston se dio cuenta de que un sistema de codificación por colores basado en el mismo principio que se utiliza en los semáforos (amarillo: deténgase si es seguro hacerlo, rojo: deténgase) trascendería las barreras lingüísticas y dejaría claro que un jugador había sido amonestado o expulsado[1]. Como resultado, las tarjetas amarillas para indicar una amonestación y las tarjetas rojas para indicar una expulsión se utilizaron por primera vez en la Copa Mundial de la FIFA 1970 en México. Desde entonces, el uso de las tarjetas de penalización ha sido adoptado y ampliado por varios códigos deportivos, adaptando cada deporte la idea a su conjunto específico de reglas o leyes.
Horario de boxeo
Con sede en Filadelfia, y dirigida por el presidente y ex boxeador profesional David Feldman, la BKFC se dedica a preservar el legado histórico de la lucha a puño limpio, al tiempo que utiliza un conjunto de reglas específicamente creadas que hacen hincapié en la seguridad de los luchadores.
Hay dos líneas, a un metro de distancia, en el centro del cuadrilátero donde los luchadores comenzarán cada asalto. El pie delantero estará en la línea, y luego el árbitro instruirá a los luchadores a “Knuckle Up” esto significa el comienzo de la ronda / combate.
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La tarjeta roja de Charlie Ewels a los 82 segundos significó el fin de las esperanzas de Inglaterra de conseguir el título del Seis Naciones, pero puede que hayan recuperado algo aún más importante en esta derrota con toda la sangre del mundo ante Irlanda: su identidad. Nunca se ha sentido Twickenham más orgulloso de un equipo inglés que ha perdido por 17 puntos, un margen récord ante Irlanda en casa.
A pesar de todo lo que se dice sobre la reinvención del juego en ataque, fue necesaria la expulsión de Ewels -la más rápida de la historia del Seis Naciones- para que Inglaterra recordara su verdadero ADN de scrum y mauling. El viejo dicho de que sin scrum no hay victoria seguirá siendo tan cierto en el siglo XXI como lo fue en los siglos XIX o XX. La advertencia, por supuesto, es que hay que jugar una buena parte del partido con 15 hombres.
Sin embargo, incluso con una desventaja numérica durante 78 minutos, Inglaterra llevó la lucha a Irlanda de una manera que convirtió a Twickenham en un foso. Cuando Marcus Smith empató el partido a 15-15 con su quinto golpe de castigo justo después de la hora de juego, el público, habitualmente tranquilo, se mostró tan estridente como en el Principality Stadium un viernes por la noche.
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Dermot analiza la mano de Lucas Digne, lateral del Aston Villa, que provocó un penalti del Crystal Palace, la tarjeta roja de Kieran Trippier, defensa del Newcastle, por una entrada al centrocampista del Manchester City Kevin de Bruyne, que fue rebajada a amarilla, y los otros grandes momentos del fin de semana.
DERMOT DICE: Este es el único incidente que he visto una y otra vez, y he pensado: ‘¿Cómo puedo abordar esto? Para mí es muy duro sancionar eso. Era una cuestión de suerte si iba a golpear su cabeza al caer y, si lo hacía, no iba a ser penalti. Si te fijas, el balón no lo hizo. El VAR dijo que sus brazos están a la altura de los hombros, en una posición antinatural, y que iba hacia la portería. Sinceramente, creo que si no hubiera intervenido, nadie habría hecho un drama porque nadie esperaba un penalti. No es un penalti.
DERMOT DICE: Puedo entender que el árbitro haya sacado la tarjeta roja. Tiene la visión de “mirar por el cañón de una pistola”, cree que le ha dado una patada en la rodilla. Creo que Peter Bankes estuvo excelente, lo miró y le preguntó a Jarred Gillett qué había visto. Volvió a preguntarle y le dijo: ‘Yo lo describiría como una entrada cínica, pero no como una falta grave’. Le dijo: ‘no le ha pillado con los tacos en la rodilla, le aconsejo que vaya al monitor y eche un vistazo’. Fue y echó un vistazo y, para su crédito, estuvo de acuerdo y se tomó la decisión correcta.
