Las humillaciones mas grandes del futbol
La mayor derrota en la historia de la liga de primera división
La Copa Mundial de la FIFA reúne a lo mejor del fútbol internacional que cada continente puede ofrecer, y siempre hay algunos enfrentamientos interesantes que pueden parecer unilaterales, al menos sobre el papel. Pero los partidos no se ganan sobre el papel, sino sobre el terreno de juego, y la Copa Mundial ha estado llena de sorpresas. La mayoría de las veces, estas sorpresas vienen en forma de derrotas o empates de pesos pesados como Italia, Brasil, Alemania o Argentina, a pesar de que todos los pronósticos están en su contra.
A menudo, estos partidos se consideran una gran vergüenza para un peso pesado perdedor, pero suelen olvidarse en el gran esquema de las cosas (futbolísticas). Sin embargo, también existen las derrotas humillantes -por tres, cuatro o incluso seis goles- que no se olvidan simplemente porque están escritas en los libros de registro. Para una selección de aficionados, esas derrotas se convierten en días de infamia. He aquí algunas de las derrotas más vergonzosas de la Copa Mundial de la FIFA y las consecuencias que han tenido.
La primera de la lista es probablemente la derrota más humillante de la historia de la Copa Mundial. Brasil organizó el torneo en 2014 y, como anfitrión, sus aficionados, difíciles de complacer, esperaban que la Selecao ganara el torneo. Brasil pasó por los pelos a la semifinal tras derrotar a Colombia en cuartos de final. Pero sus seguidores no tardaron en desear que no hubieran llegado tan lejos.
Las derrotas más humillantes de la historia
“Tienen mucha confianza, pero no juegan contra un equipo de la Bundesliga el viernes, sino contra el Barcelona, el mejor equipo del mundo”, dijo el chileno el jueves, antes de pasarse los 90 minutos echando tarta de humildad tras tarta de humildad.
Sin embargo, la ineptitud defensiva del Barcelona fue de otro nivel. Si el Barcelona no hubiera hecho gala de su incompetencia contra el Liverpool la temporada pasada, cuando fue vapuleado por 4-0 en Anfield, el partido se habría visto conmocionado.
Fue un recordatorio de los fracasos de los blaugranas en el mercado de fichajes, al igual que el hecho de que sus tres jugadores más caros empezaran en el banquillo: Antoine Griezmann y Ousmane Dembele en el del Barça; y Coutinho en el del Bayern.
La mayor derrota de la historia del fútbol
Después de haber sido derrotada por Alemania en las semifinales de la Copa del Mundo el martes, ¿qué lugar ocupa la derrota de Brasil entre las más vergonzosas de la historia del deporte? Echamos un vistazo al último cuarto de siglo para averiguarlo.
Notre Dame devolvió el brillo al Golden Dome con una temporada regular 2012 invicta. Pero el campeón nacional defensor (y favorito a un touchdown), Alabama, le quitó el brillo, y la mayor parte del sentido, a los irlandeses, saltando a una ventaja de 35-0 en el partido por el título nacional.
Sorprendentemente, para un jugador de Notre Dame este no fue ni siquiera el peor incidente de su mes. Una semana después del partido, saltó la noticia de que la novia del linebacker estrella Manti Te’o, Lennay Kekua, que fue objeto de muchos reportajes con lágrimas en los ojos después de que supuestamente falleciera durante la temporada, no existía. Te’o tuvo que explicar repetidamente cómo no sabía que su novia no era real. Eso, amigos, es humillante.
Los Seattle SuperSonics llegaron a los playoffs de 194 con sus jugadores estrella Shawn Kemp y Gary Payton, con un récord de 63-19 y como cabeza de serie número 1 de la Conferencia Oeste. Su rival, los Denver Nuggets, se esforzó por ganar más partidos de los que perdió (42-40).
100 habilidades humillantes en el fútbol
Un redactor de deportes del Daily Telegraph que seguramente debería haberlo sabido mejor ha calificado recientemente la derrota de Inglaterra ante Islandia en la última Eurocopa como la peor de su historia. Una opinión refrendada por un corresponsal deportivo generalista menos culpable en la televisión de la BBC de Londres.
Llame a esa derrota ante Islandia un desastre, una humillación, lo que quiera, pero palidece en comparación con la derrota de la selección inglesa por 1-0 en Belo Horizonte en la Copa del Mundo de 1950 ante un equipo de Estados Unidos formado por oscuridades a tiempo parcial, aunque un puñado de ellos sólo estuvieran dudosamente clasificados.
Es cierto que hubo una advertencia implícita cuando los estadounidenses sólo perdieron por 3-1 ante Chile en el mismo grupo. John Souza, de Fall River, un reducto aislado de buen fútbol, era un interior izquierdo digno de un puesto en la mayoría de los equipos competidores, que mantendría en alerta a la defensa inglesa durante todo el tiempo. Otros jugadores estadounidenses destacaron por encima de los demás. Ed McIlvenny, el lateral derecho y capitán, era en realidad un escocés al que el Wrexham había cedido recientemente.
