Ansiedad y estres en gatos

Depresión felina

Desgraciadamente, muchos signos de ansiedad en los gatos (como el aumento de la agresividad hacia otras mascotas o personas, la falta de apetito, el orinar fuera de la caja de arena y el arañar los muebles) no hacen más que complicaros la vida a ti y a tu mascota (1).

Si se pregunta qué es lo que se ha metido en la piel de su gato, siga leyendo para conocer algunos de los factores de estrés felino más inesperados que puede encontrar. Además, aprenda a lidiar con ellos para que usted y su gato tengan una vida mejor.

Para entender por qué los gatos son tan propensos al estrés, es importante recordar cómo han evolucionado. Los gatos son muy reactivos porque son, al mismo tiempo, depredadores en busca de presas y presas de otros animales, dice la doctora Danielle Gunn-Moore, catedrática de medicina felina de la Universidad de Edimburgo (Escocia).

Cuando un gato se ve amenazado por algo desagradable o potencialmente peligroso en su entorno, esto desencadena de forma natural una avalancha de cortisol, la hormona del estrés, como parte de su respuesta al estrés a corto plazo. Esto se denomina respuesta de lucha o huida, explica el Dr. Bruce Kornreich, director del Centro de Salud Felina de Cornell.

Comportamiento del gato traumatizado

Los gatos no muestran sus emociones tan abiertamente como otras especies y tienden a retraerse y callarse en lugar de “exteriorizar” sus ansiedades. Por lo tanto, es necesario que los propietarios aprecien los signos sutiles de estrés en sus propios gatos para proporcionarles el mejor cuidado posible.

Varios sistemas fisiológicos del cuerpo del gato regulan el estrés, sobre todo el eje HPA (hipotálamo-hipófisis-suprarrenal) y el sistema nervioso simpático, que han evolucionado para hacer frente al estrés “normal” a corto plazo asociado al estilo de vida natural de la especie. Estos sistemas controlan la liberación de hormonas que preparan al individuo para enfrentarse a un reto, lo que suele denominarse respuesta de lucha/huida o respuesta de estrés agudo.

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Sin embargo, estos sistemas están menos adaptados para hacer frente al estrés crónico o a largo plazo y este es el tipo de estrés que desempeña un papel importante en el desarrollo de problemas de comportamiento y enfermedades relacionadas con el estrés en los gatos.

La capacidad del individuo para hacer frente a los retos depende tanto de factores genéticos como ambientales. El desarrollo de los sistemas fisiológicos implicados en la respuesta al estrés comienza incluso antes de que el gatito nazca y, si la madre está estresada durante el embarazo o recibe una mala nutrición, su camada puede ser más propensa a desarrollar estrés y las estrategias de afrontamiento no adaptativas que constituyen la base de muchos de los problemas de comportamiento habituales.

El gato se comporta de forma extraña

Es posible que se burle de alguien por ser un “gato miedoso” o incluso que se ría cuando algo asusta a su gatito y lo hace saltar. Pero un gato temeroso y ansioso no es ninguna broma. La ansiedad del gato puede ser un problema grave, especialmente si no se trata. Si cree que puede estar lidiando con un gato estresado, siga leyendo para entender qué le ocurre a su gatito y cómo puede ayudarle.

Los gatos experimentan ansiedad cuando anticipan un peligro, que luego se traduce en miedo. Un gato ansioso puede parecer crónicamente estresado y asustado sin ninguna razón obvia, pero esto no significa que no haya una razón. Simplemente significa que puede llevar algún tiempo e investigación determinar la causa.

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Las causas potenciales que pueden dar lugar a un gato estresado son amplias y variadas. La ansiedad del gato puede estar causada por el dolor o la enfermedad, la exposición a algo tóxico o las enfermedades infecciosas que afectan al sistema nervioso. La culpa puede ser de un desencadenante psicológico, como una experiencia traumática, la falta de socialización adecuada o una historia de abuso o negligencia.  El envejecimiento del cerebro también puede causar ansiedad, especialmente en los gatos mayores que experimentan problemas de memoria o demencia. El dolor articular en los gatos mayores también puede ser una fuente de comportamientos ansiosos, como esconderse o no utilizar la caja de arena. Otras causas potenciales de la ansiedad de los gatos pueden ser los muebles nuevos o cambiados de sitio, una nueva mascota o un bebé en la casa, o incluso un nuevo hogar.

Cómo saber si un gato tiene dolor

Mikkel Becker CBCC-KA, CDBC, KPA CTP, CPDT-KA Entrenador certificado y consultor de comportamiento, Mikkel Becker es el entrenador principal de Fear Free Happy Homes. Mikkel vive con Indiana Bones y Otis, unos pug mixes, que le ayudan a defender el adiestramiento basado en recompensas. Es coautora del libro From Fearful to Fear Free.

Cuando está asustado, las orejas pueden estar apretadas hacia la cabeza o el cuello, o el gato puede adoptar “orejas de avión” que parecen alas extendidas hacia un lado cuando está molesto y reacciona a la defensiva. Los gatos también pueden tener las orejas tensas, erectas y orientadas hacia delante cuando están preparados para defenderse utilizando una agresión más ofensiva.

La cola de un gato puede moverse ligeramente cuando se está preparando para reaccionar y abalanzarse, como cuando observa el movimiento de un juguete de varilla antes de lanzar su ataque en el aire. El movimiento de la cola indica que el gato está irritado y molesto y no está en un estado amistoso para interactuar o ser acariciado. Si el gato es acariciado en este estado, podría hundir sus garras o dientes en la piel del humano.

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La postura de gato de Halloween (espalda arqueada, cola levantada, de puntillas, orejas hacia atrás) y una postura hinchada indican que el gato está muy ansioso. El gato también puede estar en una posición fuertemente acurrucada, con las extremidades sujetas por debajo y la cola metida alrededor de su cuerpo con fuerza, cuando se siente amenazado o asustado.

Italo Esquivel Elizondo

Mi nombre es Italo Esquivel Elizondo y soy entrenador de boxeo. Siempre me han gustado los deportes de impacto, desde el kárate hasta deportes colectivos como el balonmano. He ido probando diferentes tipos de deporte, y de todos ellos, decidí quedarme con el boxeo.

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