Podemos modificar la química del cerebro usando la mente

Enfoque

Este mes, presentamos vídeos de una presentación de Greater Good de Rick Hanson, autor de best-sellers y psicólogo pionero. En este extracto de su charla, el Dr. Hanson explica cómo podemos aprovechar la “plasticidad” natural del cerebro, es decir, su capacidad para cambiar de forma con el tiempo.

En los últimos años, sin embargo, hemos empezado a comprender mejor las bases neuronales de estados como la felicidad, la gratitud, la resiliencia, el amor, la compasión, etc. Y comprenderlas mejor significa que podemos estimular hábilmente los sustratos neuronales de esos estados, lo que, a su vez, significa que podemos fortalecerlos. Porque, como dice el famoso dicho del científico canadiense Donald Hebb, “las neuronas que se disparan juntas, se conectan juntas”.

Por ejemplo, una mayor activación en el córtex prefrontal izquierdo se asocia con más emociones positivas. Así que, al haber una mayor activación en la parte frontal izquierda de su cerebro en relación con la derecha, también hay un mayor bienestar. Eso es probablemente en gran parte porque la corteza prefrontal izquierda es una parte importante del cerebro para controlar la emoción negativa. Así que si se pone freno a lo negativo, se obtiene más de lo positivo.

Neuroplasticidad

El cerebro es una máquina de aprendizaje muy activa y maleable. Sabiendo esto, podemos desarrollar estrategias para mejorar el bienestar, como participar en actividades que sean nuevas y desafiantes. La directora del Centro de Resiliencia, Megan Call, explica cómo empezar.

Mi paciente, Derek*, tiene un alto rendimiento. Al igual que muchas personas de alto rendimiento, lucha contra el peso de sus propias expectativas. Asume que ser duro consigo mismo y esperar siempre más de sí mismo es necesario para mantenerse motivado y competitivo. A los 37 años, ahora reconoce que este enfoque de la vida no estaba funcionando. Después de aprender sobre la neuroplasticidad, empezó a trabajar para aumentar su autoconciencia anotando los comportamientos autodestructivos que se producían e incorporando ejercicios de atención plena a su rutina diaria. Al observar sus pensamientos, en lugar de dejarse atrapar por ellos, ha pasado de un lugar de autodesprecio a la autocompasión. ¿Qué está ocurriendo aquí?

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La neuroplasticidad, es decir, la capacidad de nuestras células cerebrales de cambiar en respuesta a nuestro comportamiento, puede ayudarnos a realizar actividades más reflexivas que contribuyan a nuestro bienestar, independientemente de nuestra edad.

Cómo entrenar el cerebro

Utilizando las técnicas más avanzadas de neuroimagen, la ciencia ha identificado algunas actividades que modifican permanentemente nuestro cerebro, ya sea cambiando su estructura, aumentando y reduciendo su tamaño o alterando su bioquímica. Hemos seleccionado diez de ellas.

Si duermes poco o mal, tu cerebro se encoge. Así de drástica es la conclusión a la que llegaron el año pasado Charles E. Sexton y sus colegas de la Universidad de Oxford (Reino Unido) tras utilizar la resonancia magnética para estudiar la relación entre la mala calidad del sueño y el volumen cerebral. Los resultados, publicados en Neurology, demostraron que tener problemas para dormir está relacionado con una rápida reducción del volumen cerebral a medida que se envejece. Esta disminución afecta a zonas tan importantes como los lóbulos temporal, parietal y frontal, donde residen el lenguaje, el tacto, el equilibrio y la capacidad de cálculo matemático o la toma de decisiones, entre otras.

“Uno es lo que es no por lo que ha escrito, sino por lo que ha leído”, proclamaba Jorge Luis Borges. Y la neurociencia ha demostrado que, al menos en lo que respecta al cerebro, el escritor argentino tenía razón. Ciertas estructuras cerebrales se transforman cuando leemos. Las conexiones de las neuronas del lóbulo temporal izquierdo, vinculadas al lenguaje, y las del surco central del cerebro (relacionadas con las sensaciones físicas motoras) aumentan tras la lectura de una novela de ficción como “Pompeya”, de Robert Harris, según un estudio reproducido en la revista especializada Brain Connectivity. Y otro trabajo publicado en Psychological Science sugiere que devorar las obras de Franz Kafka y otros autores surrealistas crea nuevos patrones cerebrales que nos hacen más inteligentes.

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Cómo recablear el cerebro

Puede que no te lo esperes, pero el cerebro siempre está cambiando: se adapta a las experiencias buenas y malas de la vida. A esto lo llamamos neuroplasticidad. Aunque la neuroplasticidad suele ayudarnos a afrontar los problemas, a veces las cosas van mal y los cambios producidos por la neuroplasticidad son perjudiciales para la persona. En este artículo, tratamos dos casos de neuroplasticidad, uno positivo y otro perjudicial. El positivo se refiere a los cambios que se producen cuando somos jóvenes y tenemos buenas experiencias sociales. El perjudicial se refiere al síndrome del miembro fantasma, un extraño fenómeno que sienten los amputados en sus miembros y órganos… ¡que ya no existen!

Todos hemos oído frases como “¡El cerebro es una estructura compleja!” o “¡El cerebro comanda todas las funciones del cuerpo!”, pero lo que menos sabemos es que el cerebro no está ahí sentado sin cambiar dentro de nuestros cráneos. Siempre se está adaptando a todo tipo de cosas y situaciones diferentes. Cuando termines de leer este artículo, te garantizamos que tu cerebro será diferente.

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El cerebro cambia por sí mismo a través de un proceso llamado neuroplasticidad. Descifremos esta palabra. Neuroplasticidad es una combinación de dos términos: neuro y plasticidad. Cuando hablamos de algo relacionado con el cerebro, utilizamos el prefijo neuro. El segundo término, plasticidad, se refiere al hecho de que el cerebro siempre se está transformando. Cuando se conoce a alguien o se aprende un hecho nuevo, el cerebro cambia su estructura y funcionamiento. El entorno puede cambiar nuestro cerebro, aunque no seamos conscientes de ello. Algunos acontecimientos cambian la forma en que las células cerebrales se comunican entre sí, reforzando o debilitando esta comunicación. Otros acontecimientos modifican la forma en que el cerebro interpreta las cosas. Todos estos cambios acaban modificando nuestros comportamientos.

Italo Esquivel Elizondo

Mi nombre es Italo Esquivel Elizondo y soy entrenador de boxeo. Siempre me han gustado los deportes de impacto, desde el kárate hasta deportes colectivos como el balonmano. He ido probando diferentes tipos de deporte, y de todos ellos, decidí quedarme con el boxeo.

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